Nota del autor (Cinta Negra 1er Dan):
Yo, la que escribe este artículo, puedo decir que el taekwondo salvó mi vida, comencé a practicarlo a los 13 años y me sirvió para superar todas esas inseguidades que se crean naturalmente cuando estás en la pubertad creciendo. El taekwondo me alejó de malas decisiones porque prefería ir a entrenar que ir a una fiesta el viernes por la tarde, me ayudó a tener seguridad, aprendí que se puede aprender de todos y se debe respetar a todos, me enseñó disciplina y constancia. Conseguí mi cinta negra después de 4 años pero lo más importante, conseguí autoestima y autoconociemiento tanto físico como mental.
¿Para qué sirve el taekwondo en los niños y adolescentes?
El taekwondo ofrece una amplia gama de beneficios para niños y adolescentes. A continuación, se describen algunos de los propósitos y beneficios más destacados:
Desarrollo físico
El taekwondo es una disciplina físicamente exigente que mejora la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y la coordinación motora. Los niños y adolescentes desarrollan habilidades físicas esenciales que pueden aplicar en otros deportes y actividades.
Defensa personal
Aunque el taekwondo se enfoca en la autodisciplina y la NO violencia, también enseña técnicas de autodefensa que pueden ser útiles para protegerse en situaciones de peligro.
Los maestros de taekwondo dejan muy claro a sus alumnos que por ningún motivo deben empezar una pelea pero sí pueden defenderse en caso de ser agredidos y no tener otra opción.
Disciplina y respeto
Los principios fundamentales del taekwondo incluyen la cortesía, la integridad, la perseverancia, el autocontrol y el espíritu indomable. Los niños y adolescentes aprenden a mostrar respeto hacia sus instructores y compañeros, así como a seguir reglas y tener autodisciplina.
Confianza y autoestima
A medida que los jóvenes avanzan en su entrenamiento y superan desafíos, desarrollan una mayor confianza en sí mismos. El sentido de logro que experimentan al dominar nuevas técnicas y alcanzar cinturones de mayor rango mejora su autoestima.
Concentración y enfoque
El taekwondo requiere concentración mental y atención al detalle. Los niños y adolescentes aprenden a enfocarse en la tarea en cuestión, lo que puede ser beneficioso en la escuela y otras áreas de la vida.
Trabajo en equipo y socialización
Al participar en clases y entrenamientos grupales, los niños y adolescentes tienen la oportunidad de interactuar con otros y desarrollar habilidades sociales. El sentido de comunidad en un dojang (salón de entrenamiento) fomenta el trabajo en equipo.
Salud y condición física
Con las nuevas tecnologías, los niños y jóvenes de ahora se ejercitan mucho menos que las generaciones anteriores. El taekwondo promueve un estilo de vida activo y saludable. Los jóvenes se mantienen en forma, lo que puede ayudar a prevenir problemas de salud relacionados con la obesidad y la inactividad.
El tener actividades deportivas desde pequeño o en la juventud creará un hábito y un gusto por hacer ejercicio que se queda para toda la vida en la mayoría de los casos.
Resolución de conflictos
A través del entrenamiento, los niños y adolescentes aprenden a resolver conflictos de manera pacífica y a manejar situaciones difíciles sin recurrir a la violencia.
Valores morales
El taekwondo inculca valores morales y éticos, como la honestidad y la humildad, que son fundamentales para el crecimiento personal y el comportamiento ético.
En resumen, el taekwondo no solo es un deporte de combate, sino también una disciplina que promueve el crecimiento personal y el desarrollo integral de los niños y adolescentes. Les brinda herramientas para enfrentar desafíos físicos y emocionales, al tiempo que fomenta valores fundamentales que los ayudarán a lo largo de sus vidas.